Hace más de 25 años nuestra empresa iniciaba los torneos de fútbol sala femeninos. Creo no equivocarme si afirmo que la nuestra fue la primera empresa que apostó por incorporar al mundo femenino esta modalidad. Quizá alguna de las entonces participantes lea esta nota y recuerde aquellos tiempos.
Los inicios de las mujeres en un deporte considerado hasta el momento exclusivamente de hombres no fue fácil. Recuerdo la falta de experiencia de las chicas, la asistencia de amigos o novios de algunas de ellas y sus comentarios cargados de sorna… No fue fácil.
Ha transcurrido mucho tiempo desde entonces. Otras empresas, con el paso del tiempo, también incorporaron a sus ligas los torneos femeninos y al fin, desde hace años, es un deporte absolutamente normalizado entre mujeres de casi cualquier edad. El espectacular aumento de las mujeres en las actividades deportivas de cualquier especialidad ha sido de un mérito exclusivo de ellas que, a buen seguro, han tenido que sortear muchas dificultades hasta conseguir, no solamente una plena integración, sino también destacar en casi todas las actividades deportivas donde participan.
Me he permitido publicar esta nota a raíz de los problemas surgidos entre las jugadoras de la selección española de fútbol con su entrenador y con el estamento federativo. Ignoro los motivos que han llevado a estas desavenencias y, humildemente, pido tanto a responsables como a jugadoras que encuentren una forma de solución para no echar por la borda tantas ilusiones, tantos esfuerzos y tantas esperanzas de muchas jóvenes por alcanzar importantes metas en el deporte que aman.
Modestamente, desde hace más de 25 años pusimos un granito de arena por el mundo del fútbol femenino y el único mérito de CSS fue creer en la capacidad de las mujeres. Por favor, solucionadlo.
Toni Ortega,
Gerente
