La hidratación de nuestro cuerpo cuando realizamos alguna actividad física es imprescindible. Especialmente cuando practicamos algún tipo de deporte durante el verano y las horas de sol se alargan, prolongando así la exposición al aire libre de nuestro organismo y arriesgándonos a sufrir mayor deshidratación y posibles golpes de calor que nos hagan tener una mala experiencia.
Es durante la época estival cuando la actividad física aumenta. Tanto por las ganas de lucir una figura más estilizada y atractiva en la playa, como por el simple hecho de que tenemos más tiempo libre para poder realizarla. Y es ahí, cuando por las ansias por conseguir rápidos resultados y desconocer la rutina deportiva más adecuada para cada persona, se producen situaciones complicadas. Nos deshidratamos, perdemos energías y podemos llegar a experimentar algún desfallecimiento.
Hoy os vamos a dejar una serie de consejos muy útiles para que la hidratación de vuestro cuerpo mientras hacéis deporte este verano sea la adecuada. Porque aunque la sed os invada con más intensidad, no os atiborréis de agua a la primera de cambio. La clave está en saber dosificar la ingesta de líquido… Y poco más. El resto es de sentido común.
Beber líquido antes, durante y después de la actividad física.
Una de las cosas fundamentales que debes hacer antes de ponerte a correr, jugar al futbol, andar en bicicleta o caminar una buena ruta de montaña (por ejemplo) es beber dos vasos de agua aproximadamente. Este hábito tan necesario te ayudará a mantener el cuerpo hidratado antes de que comience a perder líquido a través del sudor.
Después, mientras estás realizando tu deporte favorito, procura beber pequeñas dosis de agua cada 15-20 minutos para mantener los músculos hidratados y evitar pérdida de energías. Así mismo, una vez finalices la actividad física, vuelve a beber de nuevo hasta notar que has recuperado la hidratación total de tu cuerpo.
Maneras de hidratarse cuando se hace deporte.
Existen algunas pautas básicas que deberás seguir para hidratarte correctamente este verano. Lo primero que debes pensar es en 4 factores que por lógica hay que tener presentes antes de ponerse a hacer ejercicio:
- El tiempo y duración que estarás realizando la actividad física.
- Las posibilidades físicas de tu cuerpo.
- El tipo de deporte que va a realizar.
- El entorno donde vas a realizar ese deporte.
Una vez que tengas bien establecidos estos cuatro puntos, aprenderás a hidratarte con cabeza. Normalmente, la mayoría de actividades físicas que se realizan al aire libre se pueden llevar a cabo bebiendo agua. No obstante, cuando estamos hablando de un ejercicio continuado que pueda llevar una hora o más de tiempo, es recomendable beber otro tipo de líquidos. Como una bebida isotónica que te ayude a recuperar, no solo la hidratación de tu organismo, si no también, los carbohidratos que hayas podido perder.
Es importante, que en este caso leas con atención las etiquetas de estas bebidas energéticas. Por lo general, casi todas estas bebidas llevan una cantidad similar de carbohidratos, potasio o sodio. Pero dependiendo de tu metabolismo y capacidad física es posible que necesites más de un compuesto que de otro.
¿Te preocupan las calorías que puedan llevar estas bebidas energéticas? A veces, por disfrutar de un sabor más dulzón y agradable, puede que elijas bebidas con mayor concentración de glucosa. Pero si es algo que te echa para atrás a la hora de comprarla, puedes diluirla en agua para que pierdan cierta cantidad de estos azúcares. O bien, llevarla dentro de un termo con hielo.
Alimentos que ayudaran a hidratar tu cuerpo
Para hidratarte bien una vez has finalizado tu actividad deportiva, puedes ingerir alimentos que no solo te hidraten, si no que te aporten los nutrientes que has perdido.
Lo primero que te vendrá a la cabeza es la fruta de temporada. En verano, la sandía, el melón, los melocotones o ciruelas suelen aportar una gran cantidad de agua a nuestro cuerpo. Y es por eso que son las estrellas en la dieta de recuperación de muchos deportistas. Pero no debemos olvidarnos de otros alimentos que igual de buenos y sabrosos nos pueden aportar esa hidratación que necesitamos.
Las cremas frías, el gazpacho, sopas de verduras… Son otras alternativas muy saludables que pueden recomponernos de una calurosa rutina de ejercicio en pleno verano. Sí, las sopas, aunque calientes, ayudan a refrescar nuestro organismo desde el interior. Además de hidratarlo.
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